1.2 PSICOLOGÍA
EN LA ADOLESCENCIA.
La
adolescencia (de 12 a 18 años)
La adolescencia es una etapa muy
delicada y clave en el desarrollo de la personalidad que va a regir la vida del
adulto, su desarrollo social, emocional y desenvolvimiento positivo en la
sociedad. En esta etapa se construye el temperamento, el carácter y la imagen
corporal.
El adolescente además de vivir cambios
físicos y psicológicos, coexiste en la sociedad. Muchas veces el adolescente se
muestra decidido y resuelto, pero en el fondo está latente la inseguridad que
los cambios ocasionan. Su indefinición puede notarse en los cambios de
conducta, no sabe si la independencia que pretende debe ser total o con un
control paterno, o si en ciertos casos tiene que decidir individualmente o
consultar con un mayor.
Los valores y normas de comportamiento
que haya incorporado el adolescente a su Yo, marcaran su identidad, y servirán
en su conducta social lo que permitirá adquirir una identidad sólida. La imagen
corporal adquiere mayor importancia cuando el adolescente se encuentra en
grupos que dan demasiada importancia a los atributos físicos tanto del varón
como de la mujer.
La adolescencia, es un periodo de
transición, una etapa del ciclo de crecimiento que marca el final de la niñez y
prenuncia la adultez, para muchos jóvenes la adolescencia es un periodo de
incertidumbre e inclusive de desesperación; para otros, es una etapa de
amistades internas, de aflojamiento de ligaduras con los padres, y de sueños
acerca del futuro.
1.2.1
GENERALIDADES
Es la época de la vida que marca la
transición entre la infancia y el estado adulto. Sus límites varían según una
serie de factores, como pueden ser el sexo (doce a dieciocho años por término
medio, en ellas; trece a diecinueve en ellos), el tipo individual, la raza, las
condiciones geográficas, el medio socioeconómico, etc.
La adolescencia es la edad que sucede a
la niñez y es un período de la vida con intensos cambios físicos, psíquicos y
sociales, que convierten al niño en adulto y le capacitan para la función
reproductora. Inicia la búsqueda de una
identidad aceptable para sí mismo.
Es un periodo donde la sociedad deja de
considerarla como un niño, pero no le concede ni el status, ni los roles, ni
las funciones del adulto. La adolescencia es un estadio propio de la especie
humana es necesario aclarar que pubertad
y adolescencia, no son sinónimos.
1.2.2 DESARROLLO
BIOSOCIAL
El desarrollo biosocial cubre el
crecimiento y el desarrollo que tiene lugar en el cuerpo, así como los
elementos biológicos, sociales, culturales y ambientales que afectan al
crecimiento y desarrollo
En la adolescencia se presenta un
impulso biológico brusco, que lleva consigo al principio un desequilibrio
general de las funciones, una aceleración del crecimiento, el desarrollo de los
órganos genitales y de los caracteres sexuales secundarios. Las vísceras, los
huesos y los músculos se desarrollan. El corazón adquiere un tamaño casi doble
entre los doce y los dieciséis años, la tensión arterial aumenta y el ritmo
cardíaco disminuye.
Se generan cambios que inician
aproximadamente a los 11 años en las mujeres y los 13 en los varones. Los
cambios hormonales comienzan años antes y pueden dar lugar a períodos de
inquietud y mal humor. Las niñas sienten los cambios antes que los niños.
Durante este periodo de la vida, el
papel de la hipófisis es relevante, puesto que segrega las hormonas de
crecimiento dando un comienzo en el aumento paulatino de los niveles hormonales
lo que va influyendo en el crecimiento físico y desarrollo de caracteres
sexuales secundarios (barba, vello púbico, mamas). Se produce un significativo
aumento de la talla, muy superior a lo experimentado por el (la) joven
previamente, lo que va acompañado de otros signos característicos: crecimiento
acelerado de las extremidades, ensanchamiento de las facciones, acné, etc
Las chicas suelen tener una imagen
corporal más negativa de sí mismas mientras que el aumento de masa muscular
hace que la satisfacción sea mayor en los chicos
Los jóvenes se hacen más altos y
comienzan a rasurarse o presentan la regla. A esta edad comienzan a pensar y a
sentir de forma diferente.
Por una parte debemos considerar la gran
masa del encéfalo humano, mas por otra también que, durante la adolescencia,
tiene lugar el acabado morfológico macro y microscópico del cerebro.
El acabado de los lóbulos frontal y
parietales, cuya madurez permite la capacidad de programar y planificar, es más
tardío que el de los otros lóbulos cerebrales. En cambio hay, por ejemplo,
todavía inmadurez de las áreas que posibilitan la motivación y de las que
moderan y modulan los comportamientos de riesgo: fumar, actividad sexual
precoz, etc
En cuanto a lo social el joven vive de
una forma casi contradictoria su doble impulso de rechazo de la sociedad adulta
y sus ensayos de inserción en la misma.
Los primeros desacuerdos con los adultos
aparecen cuando los adolescentes comienzan a desarrollar sus puntos de vista y
con frecuencia no son compartidos por sus padres y con otros mayores. Los
padres posiblemente se sientan rechazados e incluso desplazados, y en cierto
sentido lo son. Los adolescentes se esfuerzan por ser independientes y quieren
probar nuevas cosas y nuevas situaciones de vida.
Hacia los quince años sale del mundo
cerrado familiar para ampliar sus relaciones en nuevas amistades. Vive sus
primeros amores, se forman las bandas de adolescentes y todo ello entre
continuos entusiasmos y decepciones, que configuran la imagen del adolescente
en un constante estado de insatisfacción.
Insatisfacción provocada por el desfase
que suele haber entre su mundo interior y la realidad. Son corrientes, por
ejemplo, las decepciones que le acarrea el descubrir que la verdadera
personalidad de su amigo o amiga no corresponde al arquetipo que había
proyectado sobre él o ella. A menudo parece que el adolescente sea asocial y
casi asociable. Nada es más falso, sin embargo, ya que medita y actúa sin cesar
en función de la sociedad. Se afirma en contra de ella, pero, en el fondo, en
relación a ella, y la actitud que toma sigue siendo la de insertarse en una
sociedad que, si bien al principio no es la de los adultos, será por lo menos
el grupo restringido o la banda de adolescentes.
Finalmente, todos estos conflictos se
irán resolviendo a medida que equilibre su vida en el doble plano afectivo y
social. Equilibrio que será una adaptación al adquirir un estatuto social y
profesional, y una estabilización sentimental y sexual. Se puede afirmar, sin
embargo, que ciertos adultos son adolescentes prolongados –a pesar de que su
desarrollo fisiológico se haya realizado completamente– cuando las condiciones
de estabilización no se han realizado de forma satisfactoria.
Se produce un quiebre en las relaciones
interpersonales en las diferentes áreas (familia, amistades). Comienza a
enfatizarse el afán de independencia que marca conflictos en las relaciones con
los padres, ya que esto también oscila entre arranques de independencia y
actuaciones infantiles que requieren protección y dependencia. Esta última
también es buscada debido a la inseguridad básica experimentada a raíz de los
múltiples cambios, lo que marca una intensificación de las manifestaciones de
obstinación. Muchas veces se desestructuran los anteriores grupos de amistades
a causa del cambio de intereses o se estructuran nuevos, con fines o metas
difusas (ej. juntarse para molestar o descalificar a otros grupos). Se aprecia
una tendencia al antagonismo entre los sexos, constituyéndose grupos más bien
unisexuados.
1.2.3 DESARROLLO
COGNITIVO
El desarrollo cognitivo se refiere al
desarrollo de la capacidad de pensar y razonar.
Hacia los doce años, se efectúa una
transformación fundamental en el pensamiento del niño: el paso del pensamiento
concreto al pensamiento formal o «hipotético-deductivo».
Hasta esa edad las operaciones de la
inteligencia infantil son únicamente «concretas», es decir, no se aplican más
que a la misma realidad, a los objetos susceptibles de ser manipulados. A
partir de los doce años, el pensamiento formal empieza a ser posible, las
operaciones lógicas comienzan a ser traspuestas del plano de la manipulación
concreta al de las solas ideas, sin el apoyo de la percepción ni de la
experiencia.
Así, pues, el pensamiento formal del
adolescente será hipotético-deductivo en el sentido de que será capaz de
deducir las conclusiones que se pueden extraer de puras hipótesis y no
solamente de la observación real.
Otra característica importante de la actividad
mental del adolescente es su egocentrismo intelectual. Este se manifestará por
la creencia en la omnipotencia de su reflexión, como si el mundo debiera
someterse y adaptarse a sus sistemas, y no los sistemas a la realidad.
Posteriormente, ese egocentrismo casi metafísico va encontrando su corrección
en una reconciliación entre el pensamiento formal y la realidad. La actividad
intelectual del adolescente irá alcanzando el equilibrio cuando éste comprenda
que la función propia de la reflexión no es la de contradecir la experiencia,
sino la de interpretarla y, en el fondo, adaptarse a ella.
En la adolescencia es la etapa que marca
el comienzo del desarrollo de procesos de pensamiento más complejos (también
llamados operaciones lógico-formales), entre los que se encuentran el
pensamiento abstracto (por ejemplo, posibilidades), la capacidad de razonar a
partir de principios conocidos (construir por uno mismo nuevas ideas o elaborar
preguntas), la capacidad de considerar distintos puntos de vista según
criterios variables (comparar o debatir acerca de ideas u opiniones) y la
capacidad de pensar acerca del proceso del pensamiento.
La madurez cognitiva del adolescente se
caracteriza por lo siguiente:
·
El
adolescente es capaz de elaborar un pensamiento abstracto y mantener una
actitud crítica y reflexiva ante el mundo y las experiencias vividas. El
pensamiento simbólico no es su fuerte y utiliza, como en etapas anteriores, la
intuición o los pensamientos mágicos como cuando era niño
·
Tiene
una imaginación desbordante y tiende a la ensoñación. Sus pensamientos se
centran en todo aquello que desea y no tiene.
·
La
capacidad memorística está ligada a sus emociones, recuerda y aprende lo que le
interesa y motiva.
·
Puede
comprender conceptos muy abstractos artísticos, metafísicos o filosóficos.
·
La
resolución de problemas cada vez está más desarrollada, utiliza la experiencia
previa para buscar soluciones. Aunque a nivel escolar esta habilidad la utiliza
a la perfección a nivel emocional no es siempre capaz de resolver sus propios
conflictos.
·
El
progreso que cada adolescente realiza en el desarrollo de su capacidad de
elaborar pensamientos más complejos se lleva a cabo de formas diferentes. Cada
adolescente elabora un punto de vista propio acerca del mundo.
Su capacidad intelectual también ha
madurado, ha aprendido como es el mundo y se ha construido una imagen del mismo
El tránsito de la infancia a la
adolescencia no es fácil. La sociedad le exige cada vez más habilidades
sociales, más destreza física e intelectual y una mayor adaptación a los
cambios que tiene que afrontar solo.
1.2.4 DESARROLLO
SOCIOEMOCIONAL
En este desarrollo se produce una
acentuación general de los impulsos que no están muy definidos, los que se
traducen en una excitabilidad difusa (irritabilidad, cambio de ánimo,
hipersensibilidad).
Los cambios biológicos afectan también a
los jóvenes en lo emocional y lo social, lo que se agrega a los cambios que en
esas áreas están experimentando tanto por su propio desarrollo como por las
nuevas exigencias y restricciones que el medio les plantea. Enfrentan entonces
dos desafíos básicos: aceptar y entenderse a sí mismos por una parte, y por
otra, entender y desarrollar una relación armónica con su medio sociocultural.
Uno de los sentimientos característicos
en esta etapa es el de ser incomprendido, lo cual se relaciona con una
percepción de no ser niño ni joven; es común el aburrimiento y el no saber qué
hacer, ya que los intereses de la etapa anterior ya no están vigentes y los de
la nueva son aún nacientes.
El impulso sexual por su parte, emerge y
comienza a diferenciarse del resto de la vida psicológica, pero aún no hay
conciencia de él por lo cual se traduce, también en este plano, en una
excitación difusa que influye en las variaciones del ánimo.
El joven experimenta dudas frente a los
nuevos roles que deberá asumir en la sociedad y a su capacidad para asumirlos.
El mundo seguro de la niñez da lugar a la confusión: sabe que ya no es un niño,
pero la sociedad no lo reconoce como a un adulto. Entonces, el joven se cierra
a la influencia de éstos, adopta una actitud crítica frente a ellos, presenta
conductas de obstinación y cierta rebeldía frente a la autoridad, especialmente
a los padres, e intenta establecer sus propios criterios, refugiándose en la
mimetización con sus pares.
Así, la anhelada independencia no es
tal, sólo que la dependencia pasa de los padres a sus coetáneos. Impulsado por
este afán de ser como los otros, o por simple curiosidad Comportamientos como
los cambios de humor han dado lugar a la popular expresión 'edad del pavo'. Sin
embargo, en asuntos realmente importantes, el adolescente recurre a los padres
buscando guía y apoyo emocional.
De una fase de menor actividad en la
edad precedente, pasa a los 14 años a un aumento notable de energía que lo
lleva a involucrarse en múltiples actividades, a las que no siempre parece
capaz de responder. Aumenta la seguridad en sí mismo, pero es capaz de
autocrítica.
Hacia los 15 años se aprecia con
claridad su progreso en la capacidad de ponerse en el lugar de los demás.
Mejora las relaciones con los padres, si bien permisos y horas de llegada suelen
ser motivo de discusiones.
Ya es capaz de ponerse en el lugar de
otro, pero su tendencia al egocentrismo lo lleva todavía con frecuencia a
proyectar sus propios sentimientos y reacciones en sus supuestos de lo que el
otro estará experimentando.
De fundamental importancia para el
adolescente es la imagen de sí mismo, y aquí la apariencia física alcanza un
rol preponderante, más destacado que aspectos intelectuales o incluso sociales,
y muestra cierta tendencia a la disconformidad con su aspecto. Puede pasar
horas frente al espejo, probando peinados, combinaciones de ropa o maquillaje y
la aparición de un granito o espinilla puede ser vivida como un drama.
En cuanto a sus emociones, el joven
alcanza gradualmente ente los 15 y 18 años una mayor estabilidad, presentándose
menos cambios de estado de ánimo y tendiendo más al optimismo y a la alegría
que a la tristeza que a veces acompaña la primera fase de la adolescencia.
Surgen las primeras relaciones heterosexuales, las que suelen ser de corta
duración, en especial las establecidas más tempranamente y que pueden ser
fuente tanto de alegrías como de penas.
La adolescencia está marcada por una
tarea fundamental: la búsqueda de la propia identidad, con preguntas como
¿quién soy? ¿a dónde voy? Esta búsqueda que se extenderá más allá de la
adolescencia se relaciona con comportamientos característicos de esta edad,
como la asunción de compromisos con ideales que pueden ser políticos,
religiosos, filosóficos, valóricos o personales, a los que adhieren con entusiasmo,
algunos de los cuales pueden llegar a constituir un estilo de vida.
Esta búsqueda de identidad comienza con
lo que se denomina la crisis primaria, una crisis en la cual los jóvenes luchan
por encontrar la combinación apropiada entre autoafirmación y solidaridad
grupal. Este es el momento del descubrimiento de sí mismo.
Sobre todo en los primeros años, los
adolescentes suelen tener varias identidades. Muchos experimentan,
desarrollando múltiples “yo”, probando diversos roles y personalidades.
El logro de la identidad es el objetivo
final, que se alcanza cuando los adolescentes reconsideran todos los objetivos
y los valores establecidos por sus padres y por la cultura, aceptando algunos y
rechazando otros.
En la actualidad, los investigadores consideran
que hay cuatro caminos hacia la identidad:
-Difusión:
Es lo opuesto al logro de la identidad. Los jóvenes que muestran difusión
tienen dificultades para cumplir con las demandas habituales de la
adolescencia, como completar las tareas escolares, encontrar un trabajo, hacer
nuevos amigos y pensar en el futuro. La difusión no es tanto un tipo de
identidad si no la ausencia de compromiso. Un ejemplo de difusión puede ser un
adolescente al que las críticas de los padres o los plazos vencidos de un trabajo
parecen resultarle indiferentes.
-Identidad
Prematura: Ocurre
cuando los jóvenes acortan su búsqueda sin cuestionarse sus valores
tradicionales o adoptando una identidad preformada. Estos jóvenes podrían
aceptar los roles y las costumbres de sus padres o de su cultura en lugar de
explorar alternativas y forjar su propia identidad. Un ejemplo podría ser un
varón adolescente que siempre ha tenido previsto seguir los pasos de su padre.
Si el padre fuese médico, el hijo estudiaría medicina.
-Identidad
negativa:
Algunos adolescentes deciden que los roles que los adultos les ofrecen son
inalcanzables o no les resultan atractivos, aunque no pueden encontrar
alternativas que sean verdaderamente propias. La reacción puede ser una
identidad negativa, es decir, contraria a lo que se espera de ellos. El factor
fundamental en la identidad negativa es el desafío rebelde que subyace a ella.
Por ejemplo el hijo de un maestro se niega a ir a la universidad.
-Moratoria
de la identidad: Por
último, en el proceso de búsqueda de una identidad madura, muchos jóvenes
declaran una moratoria de identidad, una especie de receso. Es una pausa en la
formación de la identidad. Se exploran alternativas pero se pospone la
identidad definitiva. No es necesariamente dañina. Un ejemplo podría ser una
academia militar o una misión religiosa o viaje.
La búsqueda de identidad puede ser un
camino de ida y vuelta.
-AUTOCONCEPTO: Construcción y elaboración
del conocimiento de uno mismo, depende de los cambios cognitivos. A nivel
estructural la capacidad de abstracción permite relacionar algunas características
vinculadas entre sí. El aspecto físico va a ocupar un lugar central.
-AUTOESTIMA: Componente valorativo del
autoconcepto y principal predictor de bienestar personal. En función de las experiencias
y competencias en cada materia, los adolescentes tendrán mayor o menor
valoración en cada uno de los componentes. La autoestima global estará influida
por los diferentes componentes en función de la importancia. Los factores que
afectan a la autoestima son el contexto familiar, el estilo educativo o
relación de apego, las relaciones de comunicación y confianza.
-RELACIONES FAMILIARES: Las nuevas
capacidades cognitivas permiten al adolescente cuestionar las normas familiares
e incluso rebatirlas con argumentos, permitiendo desidealizar a los padres. El
resto de la familia también está experimentando cambios durante esta
transición, crisis de mitad de vida. Los adolescentes muestran su cariño a los
padres de distinta forma, pero la familia es la base segura que permite la
exploración en distintos cambios.
-RELACIONES CON LOS IGUALES: Surge la
verdadera amistad, esta pasa a centrarse en la conversación, hacen planes para
pasar juntos, son un foro de autoexploración y de apoyo emocional, aprendiendo
a auto-revelarse, y es capaz de resolver los conflictos con el amigo/a. A los
amigos íntimos les cuentan sus confidencias, deseos, etc. siendo una necesidad
tener amigos en esta etapa ya que esto les da un mejor ajuste emocional, y la
ausencia la soledad, malestar emocional y alineación.
Los aprendizajes en la relación de
amistad afectarán a la posterior relación de pareja. Desde la teoría del apego,
la relación de apego se pasa a los amigos y después a la pareja siguiendo un
patrón según los componentes: proximidad, refugio emocional, base segura y
ansiedad ante la separación.
-INFLUENCIA DE LOS AMIGOS: Homofilia
conductual: Los adolescentes forman parte de un mismo grupo de amigos que
tengan similares patrones de comportamiento, vestimenta y aficiones. Los chicos/as
se acercan a entablar una amistad con aquellos que se parecen a él, selección
activa, y cuando no se encuentran a gusto se deseleccionan, y cuando pertenecen
ya a un grupo se socializan recíprocamente. El consumo de drogas, conducción
temeraria, etc. se produce por una sobrestimación de semejanzas.
-RELACIONES DE PAREJA: Iniciación, las
relaciones son superficiales y cortas, estatus, con la relación consigue la
popularidad o estatus en el grupo, afectividad, se da importancia a la relación
en sí misma, y vínculo, relación madura.
-RELACIONES SEXUALES: Las primeras
relaciones realmente no lo son, ya que son masturbaciones basadas en fantasías
sexuales inespecíficas que después serán definidas cuya función es activar el
placer y conocer sus preferencias y necesidades sexuales. El paso al coito lo
dan antes los chicos que las chicas y de familias no convencionales y que
maduran antes. Los motivos son: satisfacer el deseo sexual, curiosidad, estatus
social, la relación de pareja y la regulación emocional.
Las relaciones familiares dejan de ser
un permanente nido de conflictos violentos y la irritación y los gritos dejan
paso a la discusión racional, al análisis de las discrepancias y hasta a los
pactos y los compromisos.
Esto significa que el adolescente ha
conseguido librar con éxito el postrer combate contra las exigencias
libidinales infantiles, de las que no obtiene ya satisfacción, y está dispuesto
a afrontar las dificultades que conlleva su nueva condición, por fin plenamente
asumida, de joven adulto.
A partir de este momento, el conflicto
se desplaza desde la ambivalencia afectiva a la reivindicación de ciertos
derechos personales, entre los que destacan las exigencias de libertad e
independencia, la libre elección de amistades, aficiones, etc.
El adolescente intenta experimentar sus
propios deseos más allá del estrecho círculo de las relaciones familiares y
para ello necesita imaginarse reprimido por los padres, lo esté o no. La
fantasía de represión de sus iniciativas es estructurante para su afectividad,
que obtiene una base firme para iniciar experiencias adultas. La represión
real, por el contrario, coloca al adolescente en una situación de
desequilibrio, que puede precipitar prematuramente los tanteos del joven en el
mundo de los adultos, o bien –operando en sentido contrario- desacreditarlos
por completo.
Algunos psicólogos se refieren a ésta
etapa como una de la más crítica del ser humano ya que el adolescente ve a la
sociedad o al mundo como un tema de crítica y rechazo, rompe el cordón umbilical
que lo liga a los padres, desconoce la autoridad o cualquier liderato y entre
en ese período transitorio en donde no se pertenece a una pandilla pero tampoco
forma parte de un grupo puberal.
La
comprensión la buscan fuera, en los compañeros, en los amigos, hasta encontrar
el que va a convertirse en su confidente, el adulto o los padres no llenan esos
requisitos.
La crítica y los sentimientos trágicos
son la fuente de una conversación en dos adolescentes; hablan de las muchachas,
de los paseos y fiesta de los conflictos con los padres o depresiones. Estas
conversaciones están llenas de resentimiento impreciso y son la fuente de
verdaderas críticas normativas. Esas conversaciones sirven para dejar salir sus
preocupaciones y dar descanso a los estados trágicos.
A veces las amistades en la adolescencia
son pasajeras esto se debe como anteriormente menciona vemos que ellos se unen
por ser semejantes pero a medida que pasa el tiempo sus intereses van
cambiando, pronto su sentido social los lleva a extender el número de miembros.
Ahora bien, todos los adolescentes pasan por lo mismo estado psíquicos. Cuando
la amistad está formada por dos muchachos cuya situación conflictiva con el
mundo es grave el lazo de unión lleva a una fuerte dosis de resentimiento, todo
gira en torno a actos de transgresión que llamaremos conducta antisocial.
El niño se ha desarrollado durante
muchos años y ha sido capaz de establecer vínculos emocionales, de expresar sus
sentimientos y de establecer relaciones emocionales complejas. Ha aprendido a
sentir y a querer.
Si durante toda la infancia la educación
que le han proporcionado familia y escuela no ha ido encaminada a fomentar
estas habilidades el adolescente puede tener problemas a Rasgos de personalidad
y vivencias emocionales
La personalidad el adolescente se
caracteriza por:
-Coinciden
sentimientos contradictorios
-Mantiene
conflictos de dependencia-independencia
-Tiene
necesidad de pertenecer a un grupo y también aislamiento y soledad que le haga
encontrar su propia identidad.
-Búsqueda
de su identidad sexual, moral y religiosa
-Búsqueda
de su autonomía y de su propio yo daptativos importantes.
En
cuanto a las vivencias emocionales se pueden resumir en estos puntos:
-Dificultad
para expresar sentimientos
-Presentar
con frecuencia altibajos emocionales.
-Necesidad
de autoestima, reconocimiento y aceptación
-Inseguridad
-Facilidad
para los sentimientos de soledad, vergüenza y culpabilidad
-Buscar
relaciones de pareja
Referencias
Bibliográficas
No hay comentarios:
Publicar un comentario