miércoles, 17 de septiembre de 2014

1.2 PSICOLOGÍA EN LA ADOLESCENCIA

1.2 PSICOLOGÍA EN LA ADOLESCENCIA.
La adolescencia (de 12 a 18 años)
La adolescencia es una etapa muy delicada y clave en el desarrollo de la personalidad que va a regir la vida del adulto, su desarrollo social, emocional y desenvolvimiento positivo en la sociedad. En esta etapa se construye el temperamento, el carácter y la imagen corporal.

El adolescente además de vivir cambios físicos y psicológicos, coexiste en la sociedad. Muchas veces el adolescente se muestra decidido y resuelto, pero en el fondo está latente la inseguridad que los cambios ocasionan. Su indefinición puede notarse en los cambios de conducta, no sabe si la independencia que pretende debe ser total o con un control paterno, o si en ciertos casos tiene que decidir individualmente o consultar con un mayor.
Los valores y normas de comportamiento que haya incorporado el adolescente a su Yo, marcaran su identidad, y servirán en su conducta social lo que permitirá adquirir una identidad sólida. La imagen corporal adquiere mayor importancia cuando el adolescente se encuentra en grupos que dan demasiada importancia a los atributos físicos tanto del varón como de la mujer.

La adolescencia, es un periodo de transición, una etapa del ciclo de crecimiento que marca el final de la niñez y prenuncia la adultez, para muchos jóvenes la adolescencia es un periodo de incertidumbre e inclusive de desesperación; para otros, es una etapa de amistades internas, de aflojamiento de ligaduras con los padres, y de sueños acerca del futuro.

1.2.1 GENERALIDADES
Es la época de la vida que marca la transición entre la infancia y el estado adulto. Sus límites varían según una serie de factores, como pueden ser el sexo (doce a dieciocho años por término medio, en ellas; trece a diecinueve en ellos), el tipo individual, la raza, las condiciones geográficas, el medio socioeconómico, etc.
La adolescencia es la edad que sucede a la niñez y es un período de la vida con intensos cambios físicos, psíquicos y sociales, que convierten al niño en adulto y le capacitan para la función reproductora. Inicia la  búsqueda de una identidad aceptable para sí mismo.

Es un periodo donde la sociedad deja de considerarla como un niño, pero no le concede ni el status, ni los roles, ni las funciones del adulto. La adolescencia es un estadio propio de la especie humana  es necesario aclarar que pubertad y adolescencia, no son sinónimos.

1.2.2 DESARROLLO BIOSOCIAL
El desarrollo biosocial cubre el crecimiento y el desarrollo que tiene lugar en el cuerpo, así como los elementos biológicos, sociales, culturales y ambientales que afectan al crecimiento y desarrollo
En la adolescencia se presenta un impulso biológico brusco, que lleva consigo al principio un desequilibrio general de las funciones, una aceleración del crecimiento, el desarrollo de los órganos genitales y de los caracteres sexuales secundarios. Las vísceras, los huesos y los músculos se desarrollan. El corazón adquiere un tamaño casi doble entre los doce y los dieciséis años, la tensión arterial aumenta y el ritmo cardíaco disminuye.
Se generan cambios que inician aproximadamente a los 11 años en las mujeres y los 13 en los varones. Los cambios hormonales comienzan años antes y pueden dar lugar a períodos de inquietud y mal humor. Las niñas sienten los cambios antes que los niños.

Durante este periodo de la vida, el papel de la hipófisis es relevante, puesto que segrega las hormonas de crecimiento dando un comienzo en el aumento paulatino de los niveles hormonales lo que va influyendo en el crecimiento físico y desarrollo de caracteres sexuales secundarios (barba, vello púbico, mamas). Se produce un significativo aumento de la talla, muy superior a lo experimentado por el (la) joven previamente, lo que va acompañado de otros signos característicos: crecimiento acelerado de las extremidades, ensanchamiento de las facciones, acné, etc

Las chicas suelen tener una imagen corporal más negativa de sí mismas mientras que el aumento de masa muscular hace que la satisfacción sea mayor en los chicos
Los jóvenes se hacen más altos y comienzan a rasurarse o presentan la regla. A esta edad comienzan a pensar y a sentir de forma diferente.

Por una parte debemos considerar la gran masa del encéfalo humano, mas por otra también que, durante la adolescencia, tiene lugar el acabado morfológico macro y microscópico del cerebro.

El acabado de los lóbulos frontal y parietales, cuya madurez permite la capacidad de programar y planificar, es más tardío que el de los otros lóbulos cerebrales. En cambio hay, por ejemplo, todavía inmadurez de las áreas que posibilitan la motivación y de las que moderan y modulan los comportamientos de riesgo: fumar, actividad sexual precoz, etc

En cuanto a lo social el joven vive de una forma casi contradictoria su doble impulso de rechazo de la sociedad adulta y sus ensayos de inserción en la misma.
Los primeros desacuerdos con los adultos aparecen cuando los adolescentes comienzan a desarrollar sus puntos de vista y con frecuencia no son compartidos por sus padres y con otros mayores. Los padres posiblemente se sientan rechazados e incluso desplazados, y en cierto sentido lo son. Los adolescentes se esfuerzan por ser independientes y quieren probar nuevas cosas y nuevas situaciones de vida.

Hacia los quince años sale del mundo cerrado familiar para ampliar sus relaciones en nuevas amistades. Vive sus primeros amores, se forman las bandas de adolescentes y todo ello entre continuos entusiasmos y decepciones, que configuran la imagen del adolescente en un constante estado de insatisfacción.

Insatisfacción provocada por el desfase que suele haber entre su mundo interior y la realidad. Son corrientes, por ejemplo, las decepciones que le acarrea el descubrir que la verdadera personalidad de su amigo o amiga no corresponde al arquetipo que había proyectado sobre él o ella. A menudo parece que el adolescente sea asocial y casi asociable. Nada es más falso, sin embargo, ya que medita y actúa sin cesar en función de la sociedad. Se afirma en contra de ella, pero, en el fondo, en relación a ella, y la actitud que toma sigue siendo la de insertarse en una sociedad que, si bien al principio no es la de los adultos, será por lo menos el grupo restringido o la banda de adolescentes.

Finalmente, todos estos conflictos se irán resolviendo a medida que equilibre su vida en el doble plano afectivo y social. Equilibrio que será una adaptación al adquirir un estatuto social y profesional, y una estabilización sentimental y sexual. Se puede afirmar, sin embargo, que ciertos adultos son adolescentes prolongados –a pesar de que su desarrollo fisiológico se haya realizado completamente– cuando las condiciones de estabilización no se han realizado de forma satisfactoria.

 Se produce un quiebre en las relaciones interpersonales en las diferentes áreas (familia, amistades). Comienza a enfatizarse el afán de independencia que marca conflictos en las relaciones con los padres, ya que esto también oscila entre arranques de independencia y actuaciones infantiles que requieren protección y dependencia. Esta última también es buscada debido a la inseguridad básica experimentada a raíz de los múltiples cambios, lo que marca una intensificación de las manifestaciones de obstinación. Muchas veces se desestructuran los anteriores grupos de amistades a causa del cambio de intereses o se estructuran nuevos, con fines o metas difusas (ej. juntarse para molestar o descalificar a otros grupos). Se aprecia una tendencia al antagonismo entre los sexos, constituyéndose grupos más bien unisexuados.

1.2.3 DESARROLLO COGNITIVO
El desarrollo cognitivo se refiere al desarrollo de la capacidad de pensar y razonar.
Hacia los doce años, se efectúa una transformación fundamental en el pensamiento del niño: el paso del pensamiento concreto al pensamiento formal o «hipotético-deductivo».

Hasta esa edad las operaciones de la inteligencia infantil son únicamente «concretas», es decir, no se aplican más que a la misma realidad, a los objetos susceptibles de ser manipulados. A partir de los doce años, el pensamiento formal empieza a ser posible, las operaciones lógicas comienzan a ser traspuestas del plano de la manipulación concreta al de las solas ideas, sin el apoyo de la percepción ni de la experiencia.
Así, pues, el pensamiento formal del adolescente será hipotético-deductivo en el sentido de que será capaz de deducir las conclusiones que se pueden extraer de puras hipótesis y no solamente de la observación real.
 Otra característica importante de la actividad mental del adolescente es su egocentrismo intelectual. Este se manifestará por la creencia en la omnipotencia de su reflexión, como si el mundo debiera someterse y adaptarse a sus sistemas, y no los sistemas a la realidad. Posteriormente, ese egocentrismo casi metafísico va encontrando su corrección en una reconciliación entre el pensamiento formal y la realidad. La actividad intelectual del adolescente irá alcanzando el equilibrio cuando éste comprenda que la función propia de la reflexión no es la de contradecir la experiencia, sino la de interpretarla y, en el fondo, adaptarse a ella.

En la adolescencia es la etapa que marca el comienzo del desarrollo de procesos de pensamiento más complejos (también llamados operaciones lógico-formales), entre los que se encuentran el pensamiento abstracto (por ejemplo, posibilidades), la capacidad de razonar a partir de principios conocidos (construir por uno mismo nuevas ideas o elaborar preguntas), la capacidad de considerar distintos puntos de vista según criterios variables (comparar o debatir acerca de ideas u opiniones) y la capacidad de pensar acerca del proceso del pensamiento.
La madurez cognitiva del adolescente se caracteriza por lo siguiente:
·         El adolescente es capaz de elaborar un pensamiento abstracto y mantener una actitud crítica y reflexiva ante el mundo y las experiencias vividas. El pensamiento simbólico no es su fuerte y utiliza, como en etapas anteriores, la intuición o los pensamientos mágicos como cuando era niño
·         Tiene una imaginación desbordante y tiende a la ensoñación. Sus pensamientos se centran en todo aquello que desea y no tiene.
·         La capacidad memorística está ligada a sus emociones, recuerda y aprende lo que le interesa y motiva.
·         Puede comprender conceptos muy abstractos artísticos, metafísicos o filosóficos.
·         La resolución de problemas cada vez está más desarrollada, utiliza la experiencia previa para buscar soluciones. Aunque a nivel escolar esta habilidad la utiliza a la perfección a nivel emocional no es siempre capaz de resolver sus propios conflictos.
·         El progreso que cada adolescente realiza en el desarrollo de su capacidad de elaborar pensamientos más complejos se lleva a cabo de formas diferentes. Cada adolescente elabora un punto de vista propio acerca del mundo.

Su capacidad intelectual también ha madurado, ha aprendido como es el mundo y se ha construido una imagen del mismo
El tránsito de la infancia a la adolescencia no es fácil. La sociedad le exige cada vez más habilidades sociales, más destreza física e intelectual y una mayor adaptación a los cambios que tiene que afrontar solo.

1.2.4 DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL
En este desarrollo se produce una acentuación general de los impulsos que no están muy definidos, los que se traducen en una excitabilidad difusa (irritabilidad, cambio de ánimo, hipersensibilidad).

Los cambios biológicos afectan también a los jóvenes en lo emocional y lo social, lo que se agrega a los cambios que en esas áreas están experimentando tanto por su propio desarrollo como por las nuevas exigencias y restricciones que el medio les plantea. Enfrentan entonces dos desafíos básicos: aceptar y entenderse a sí mismos por una parte, y por otra, entender y desarrollar una relación armónica con su medio sociocultural.
Uno de los sentimientos característicos en esta etapa es el de ser incomprendido, lo cual se relaciona con una percepción de no ser niño ni joven; es común el aburrimiento y el no saber qué hacer, ya que los intereses de la etapa anterior ya no están vigentes y los de la nueva son aún nacientes.
El impulso sexual por su parte, emerge y comienza a diferenciarse del resto de la vida psicológica, pero aún no hay conciencia de él por lo cual se traduce, también en este plano, en una excitación difusa que influye en las variaciones del ánimo.
El joven experimenta dudas frente a los nuevos roles que deberá asumir en la sociedad y a su capacidad para asumirlos. El mundo seguro de la niñez da lugar a la confusión: sabe que ya no es un niño, pero la sociedad no lo reconoce como a un adulto. Entonces, el joven se cierra a la influencia de éstos, adopta una actitud crítica frente a ellos, presenta conductas de obstinación y cierta rebeldía frente a la autoridad, especialmente a los padres, e intenta establecer sus propios criterios, refugiándose en la mimetización con sus pares.

Así, la anhelada independencia no es tal, sólo que la dependencia pasa de los padres a sus coetáneos. Impulsado por este afán de ser como los otros, o por simple curiosidad Comportamientos como los cambios de humor han dado lugar a la popular expresión 'edad del pavo'. Sin embargo, en asuntos realmente importantes, el adolescente recurre a los padres buscando guía y apoyo emocional.

De una fase de menor actividad en la edad precedente, pasa a los 14 años a un aumento notable de energía que lo lleva a involucrarse en múltiples actividades, a las que no siempre parece capaz de responder. Aumenta la seguridad en sí mismo, pero es capaz de autocrítica.
Hacia los 15 años se aprecia con claridad su progreso en la capacidad de ponerse en el lugar de los demás. Mejora las relaciones con los padres, si bien permisos y horas de llegada suelen ser motivo de discusiones.

Ya es capaz de ponerse en el lugar de otro, pero su tendencia al egocentrismo lo lleva todavía con frecuencia a proyectar sus propios sentimientos y reacciones en sus supuestos de lo que el otro estará experimentando.

De fundamental importancia para el adolescente es la imagen de sí mismo, y aquí la apariencia física alcanza un rol preponderante, más destacado que aspectos intelectuales o incluso sociales, y muestra cierta tendencia a la disconformidad con su aspecto. Puede pasar horas frente al espejo, probando peinados, combinaciones de ropa o maquillaje y la aparición de un granito o espinilla puede ser vivida como un drama.

En cuanto a sus emociones, el joven alcanza gradualmente ente los 15 y 18 años una mayor estabilidad, presentándose menos cambios de estado de ánimo y tendiendo más al optimismo y a la alegría que a la tristeza que a veces acompaña la primera fase de la adolescencia. Surgen las primeras relaciones heterosexuales, las que suelen ser de corta duración, en especial las establecidas más tempranamente y que pueden ser fuente tanto de alegrías como de penas.

La adolescencia está marcada por una tarea fundamental: la búsqueda de la propia identidad, con preguntas como ¿quién soy? ¿a dónde voy? Esta búsqueda que se extenderá más allá de la adolescencia se relaciona con comportamientos característicos de esta edad, como la asunción de compromisos con ideales que pueden ser políticos, religiosos, filosóficos, valóricos o personales, a los que adhieren con entusiasmo, algunos de los cuales pueden llegar a constituir un estilo de vida.
Esta búsqueda de identidad comienza con lo que se denomina la crisis primaria, una crisis en la cual los jóvenes luchan por encontrar la combinación apropiada entre autoafirmación y solidaridad grupal. Este es el momento del descubrimiento de sí mismo.
Sobre todo en los primeros años, los adolescentes suelen tener varias identidades. Muchos experimentan, desarrollando múltiples “yo”, probando diversos roles y personalidades.
El logro de la identidad es el objetivo final, que se alcanza cuando los adolescentes reconsideran todos los objetivos y los valores establecidos por sus padres y por la cultura, aceptando algunos y rechazando otros.

En la actualidad, los investigadores consideran que hay cuatro caminos hacia la identidad:
-Difusión: Es lo opuesto al logro de la identidad. Los jóvenes que muestran difusión tienen dificultades para cumplir con las demandas habituales de la adolescencia, como completar las tareas escolares, encontrar un trabajo, hacer nuevos amigos y pensar en el futuro. La difusión no es tanto un tipo de identidad si no la ausencia de compromiso. Un ejemplo de difusión puede ser un adolescente al que las críticas de los padres o los plazos vencidos de un trabajo parecen resultarle indiferentes.
-Identidad Prematura: Ocurre cuando los jóvenes acortan su búsqueda sin cuestionarse sus valores tradicionales o adoptando una identidad preformada. Estos jóvenes podrían aceptar los roles y las costumbres de sus padres o de su cultura en lugar de explorar alternativas y forjar su propia identidad. Un ejemplo podría ser un varón adolescente que siempre ha tenido previsto seguir los pasos de su padre. Si el padre fuese médico, el hijo estudiaría medicina.
-Identidad negativa: Algunos adolescentes deciden que los roles que los adultos les ofrecen son inalcanzables o no les resultan atractivos, aunque no pueden encontrar alternativas que sean verdaderamente propias. La reacción puede ser una identidad negativa, es decir, contraria a lo que se espera de ellos. El factor fundamental en la identidad negativa es el desafío rebelde que subyace a ella. Por ejemplo el hijo de un maestro se niega a ir a la universidad.
-Moratoria de la identidad: Por último, en el proceso de búsqueda de una identidad madura, muchos jóvenes declaran una moratoria de identidad, una especie de receso. Es una pausa en la formación de la identidad. Se exploran alternativas pero se pospone la identidad definitiva. No es necesariamente dañina. Un ejemplo podría ser una academia militar o una misión religiosa o viaje.

La búsqueda de identidad puede ser un camino de ida y vuelta.
-AUTOCONCEPTO: Construcción y elaboración del conocimiento de uno mismo, depende de los cambios cognitivos. A nivel estructural la capacidad de abstracción permite relacionar algunas características vinculadas entre sí. El aspecto físico va a ocupar un lugar central.
-AUTOESTIMA: Componente valorativo del autoconcepto y principal predictor de bienestar personal. En función de las experiencias y competencias en cada materia, los adolescentes tendrán mayor o menor valoración en cada uno de los componentes. La autoestima global estará influida por los diferentes componentes en función de la importancia. Los factores que afectan a la autoestima son el contexto familiar, el estilo educativo o relación de apego, las relaciones de comunicación y confianza.
-RELACIONES FAMILIARES: Las nuevas capacidades cognitivas permiten al adolescente cuestionar las normas familiares e incluso rebatirlas con argumentos, permitiendo desidealizar a los padres. El resto de la familia también está experimentando cambios durante esta transición, crisis de mitad de vida. Los adolescentes muestran su cariño a los padres de distinta forma, pero la familia es la base segura que permite la exploración en distintos cambios.
-RELACIONES CON LOS IGUALES: Surge la verdadera amistad, esta pasa a centrarse en la conversación, hacen planes para pasar juntos, son un foro de autoexploración y de apoyo emocional, aprendiendo a auto-revelarse, y es capaz de resolver los conflictos con el amigo/a. A los amigos íntimos les cuentan sus confidencias, deseos, etc. siendo una necesidad tener amigos en esta etapa ya que esto les da un mejor ajuste emocional, y la ausencia la soledad, malestar emocional y alineación.
Los aprendizajes en la relación de amistad afectarán a la posterior relación de pareja. Desde la teoría del apego, la relación de apego se pasa a los amigos y después a la pareja siguiendo un patrón según los componentes: proximidad, refugio emocional, base segura y ansiedad ante la separación.
-INFLUENCIA DE LOS AMIGOS: Homofilia conductual: Los adolescentes forman parte de un mismo grupo de amigos que tengan similares patrones de comportamiento, vestimenta y aficiones. Los chicos/as se acercan a entablar una amistad con aquellos que se parecen a él, selección activa, y cuando no se encuentran a gusto se deseleccionan, y cuando pertenecen ya a un grupo se socializan recíprocamente. El consumo de drogas, conducción temeraria, etc. se produce por una sobrestimación de semejanzas.
-RELACIONES DE PAREJA: Iniciación, las relaciones son superficiales y cortas, estatus, con la relación consigue la popularidad o estatus en el grupo, afectividad, se da importancia a la relación en sí misma, y vínculo, relación madura.
-RELACIONES SEXUALES: Las primeras relaciones realmente no lo son, ya que son masturbaciones basadas en fantasías sexuales inespecíficas que después serán definidas cuya función es activar el placer y conocer sus preferencias y necesidades sexuales. El paso al coito lo dan antes los chicos que las chicas y de familias no convencionales y que maduran antes. Los motivos son: satisfacer el deseo sexual, curiosidad, estatus social, la relación de pareja y la regulación emocional.
Las relaciones familiares dejan de ser un permanente nido de conflictos violentos y la irritación y los gritos dejan paso a la discusión racional, al análisis de las discrepancias y hasta a los pactos y los compromisos.
Esto significa que el adolescente ha conseguido librar con éxito el postrer combate contra las exigencias libidinales infantiles, de las que no obtiene ya satisfacción, y está dispuesto a afrontar las dificultades que conlleva su nueva condición, por fin plenamente asumida, de joven adulto.
A partir de este momento, el conflicto se desplaza desde la ambivalencia afectiva a la reivindicación de ciertos derechos personales, entre los que destacan las exigencias de libertad e independencia, la libre elección de amistades, aficiones, etc.
El adolescente intenta experimentar sus propios deseos más allá del estrecho círculo de las relaciones familiares y para ello necesita imaginarse reprimido por los padres, lo esté o no. La fantasía de represión de sus iniciativas es estructurante para su afectividad, que obtiene una base firme para iniciar experiencias adultas. La represión real, por el contrario, coloca al adolescente en una situación de desequilibrio, que puede precipitar prematuramente los tanteos del joven en el mundo de los adultos, o bien –operando en sentido contrario- desacreditarlos por completo.
Algunos psicólogos se refieren a ésta etapa como una de la más crítica del ser humano ya que el adolescente ve a la sociedad o al mundo como un tema de crítica y rechazo, rompe el cordón umbilical que lo liga a los padres, desconoce la autoridad o cualquier liderato y entre en ese período transitorio en donde no se pertenece a una pandilla pero tampoco forma parte de un grupo puberal.
La comprensión la buscan fuera, en los compañeros, en los amigos, hasta encontrar el que va a convertirse en su confidente, el adulto o los padres no llenan esos requisitos.
La crítica y los sentimientos trágicos son la fuente de una conversación en dos adolescentes; hablan de las muchachas, de los paseos y fiesta de los conflictos con los padres o depresiones. Estas conversaciones están llenas de resentimiento impreciso y son la fuente de verdaderas críticas normativas. Esas conversaciones sirven para dejar salir sus preocupaciones y dar descanso a los estados trágicos.
A veces las amistades en la adolescencia son pasajeras esto se debe como anteriormente menciona vemos que ellos se unen por ser semejantes pero a medida que pasa el tiempo sus intereses van cambiando, pronto su sentido social los lleva a extender el número de miembros. Ahora bien, todos los adolescentes pasan por lo mismo estado psíquicos. Cuando la amistad está formada por dos muchachos cuya situación conflictiva con el mundo es grave el lazo de unión lleva a una fuerte dosis de resentimiento, todo gira en torno a actos de transgresión que llamaremos conducta antisocial.
El niño se ha desarrollado durante muchos años y ha sido capaz de establecer vínculos emocionales, de expresar sus sentimientos y de establecer relaciones emocionales complejas. Ha aprendido a sentir y a querer.
Si durante toda la infancia la educación que le han proporcionado familia y escuela no ha ido encaminada a fomentar estas habilidades el adolescente puede tener problemas a Rasgos de personalidad y vivencias emocionales
La personalidad el adolescente se caracteriza por:
-Coinciden sentimientos contradictorios
-Mantiene conflictos de dependencia-independencia
-Tiene necesidad de pertenecer a un grupo y también aislamiento y soledad que le haga encontrar su propia identidad.
-Búsqueda de su identidad sexual, moral y religiosa
-Búsqueda de su autonomía y de su propio yo daptativos importantes.

En cuanto a las vivencias emocionales se pueden resumir en estos puntos:
-Dificultad para expresar sentimientos
-Presentar con frecuencia altibajos emocionales.
-Necesidad de autoestima, reconocimiento y aceptación
-Inseguridad
-Facilidad para los sentimientos de soledad, vergüenza y culpabilidad
-Buscar relaciones de pareja
Referencias Bibliográficas




jueves, 11 de septiembre de 2014

1.1.1 GENERALIDADES DE CADA ETAPA (Y SUS PLANOS)

1.1.1        GENERALIDADES  DE CADA ETAPA
Primera infancia
La primera infancia dura hasta los 36 meses de edad, un periodo en que los niños se vuelven más comunicativos, independientes y capases de moverse de un lugar a otro, sientan las bases para el desarrollo de sus capacidades, habilidades y potencialidades.
 La Primera Infancia es importante por los diferentes y complejos procesos que el ser humano realiza durante este periodo:
·                     Ocurre su mayor desarrollo neuronal.
·                     Se determinan las capacidades para las relaciones vinculares y afectivas.
·                     Se desarrollan las habilidades básicas para el lenguaje y la motricidad fina y gruesa.
·                     Se da el reconocimiento de sí mismo-a y del entorno físico y social, que se refleja en la construcción del auto-concepto, autoimagen e interacciones con el mundo.
Aunque todos los procesos mencionados ocurren durante el resto de la vida, se reconoce que es en la primera infancia, cuando se realiza el mayor desarrollo de capacidades y habilidades del ser humano. 
PLANO FISIOLÓGICO
Crecimiento: Los genes interactúan con influencias ambientales, tales como la nutrición y las condiciones de vida. Los niños bien alimentados y nutridos crecen más altos y fornidos que los niños con una alimentación y nutrición diferente.
Los niños crecen con mayor velocidad en sus primeros tres años y para su primer año, por lo general, los bebes cuentan con seis a ocho dientes. Para los dos y medio años cuentan con un conjunto completo de 20 dientes. A medida que el bebé crece, la forma y proporciones de su cuerpo cambian, la cabeza se vuelve más pequeña en proporción al cuerpo a medida que el niño crece en estatura y se desarrollan las extremidades.             
El contacto cálido con el cuerpo de la madre fomenta la conexión emocional entre la madre y el bebe. Esta vinculación puede darse por medio del amamantamiento o de la alimentación con biberón a través de una formula fortificada con hierro basada ya sea en leche de vaca o de proteína de soya, y que contenga suplementos vitamínicos y minerales.
El amamantamiento es beneficioso para la agudeza visual, para el desarrollo neurológico y la salud cardiovascular a largo plazo incluyendo niveles de colesterol, puede ayudar a prevenir la obesidad, diabetes, linfoma, leucemia, y enfermedades de Hodgkin 
Construcción del cerebro: El crecimiento de cerebro es un proceso permanente fundamental para el desarrollo físico, cognitivo y emocional.
Al momento del nacimiento, el cerebro tiene cerca de un cuarto o un tercio de su volumen adulto posterior; para los 3 años de edad,  alcanza casi 90% de su peso adulto (1.6 kg).
Tacto y dolor: El tacto parece ser el primer sentido en desarrollarse y durante los primeros meses, es el sistema sensorial más maduro. Para la semana 32 de gestación, todas las partes del cuerpo son sensibles al tacto y esta sensibilidad aumenta durante los primeros cinco días de vida.
Los recién nacidos pueden sentir dolor y, de hecho, lo perciben; y se vuelven más sensibles al mismo durante sus primeros días de vida. Un dolor prolongado e intenso puede ocasionar daños a largo plazo a los recién nacidos y que el alivio del dolor es esencia.
Olfato y gusto: La preferencia por los olores agradables parece que se aprende del útero y durante los primeros días después del nacimiento. Ciertas preferencias gustativas parecen ser principalmente innatas. Las preferencias gustativas que se desarrollan durante la lactancia pueden perdurar hasta la segunda infancia.
Audición: La audición también es funcional antes del nacimiento; los fetos responden a los sonidos y parecen aprender a reconocerlos. La discriminación auditiva se desarrolla, de manera acelerada, después del nacimiento. Incluso los lactantes de tres días de nacidos pueden diferenciar nuevos sonidos de habla de aquellos que han escuchado antes.

PLANO INTELECTUAL
Desarrollo motor: No es necesario enseñar a los bebes las necesidades motoras básicas como darse vuelta, gatear y caminar. Sencillamente necesitan espacio para moverse y libertad para explorar lo que pueden hacer, cuando el sistema nervioso central, músculos y huesos están listos y el habiente les ofrece las oportunidades adecuadas de exploración y práctica, los bebes no dejan de sorprender a los adultos en su alrededor con sus nuevas capacidades.
Hitos del desarrollo motor
El desarrollo motor se caracteriza por una serie de hitos: logros que se desarrollan de manera sistemática donde cada capacidad nueva que se domina prepara al bebe para enfrentarse a la siguiente.
Los lactantes primero aprenden habilidades sencillas y después las combinan en sistemas de acción cada vez más complejos que permiten un rango más amplio o precisos de movimientos y un control más efectivo del ambiente.
La prueba mide habilidades motoras gruesas (aquellas que se sirven de músculos grandes), como darse vuelta y atrapar una pelota y habilidades motoras finas (aquellas que se sirven de músculos pequeños) tales como asir una sonaja y copiar un circulo, también evalúa el desarrollo del lenguaje (como conocer las definiciones de palabras), y el desarrollo social y de la personalidad (como sostener de manera espontánea y vestirse sin ayuda):
-control de la cabeza.
-control de las manos.
-locomoción.
Al nacer los niños tienen una serie de reflejos sencillos, como seguir con la mirada luces que se desplazan, succionar un dedo…
La capacidad de moverse de un lado a otro y alargar la mano es limitada.
·         0 meses: Posición fetal.
·         1 mes: Levanta el mentón.
·         2 meses: Levanta el pecho.
·         3 meses: Busca y agarra objetos:
·         4 meses: Se sienta con ayuda.
·         5 meses: Se sienta en el regazo y sujeta objetos.
·         6 meses: Se sienta en la silla alta.
·         7 meses: Se sienta solo.
·         8 meses: Se sostiene de pie con ayuda.
·         9 meses: Se sostiene de pie sujetándose en muebles.
·         10 meses: Gatea.
·         11 meses: Camina con ayuda.
·         12 meses: Se pone de pie apoyándose en los muebles.
·         13 meses: Trepa por los escalones.
·         14 meses: Camina sin ayuda 
           
Reflejos:En el momento del nacimiento hay unos reflejos innatos: succionar, agarrar. A partir de ellos se empieza a aprender, son respuestas ante un estímulo y están controladas por los centros cerebrales inferiores que gobiernan procesos involuntarios, tales como la respiración y la frecuencia cardiaca.
-Reflejos primarios, chupetear, hociqueo en búsqueda del pezón, reflejo de Moro, son necesidades instintivas de supervivencia y protección.
-Reflejos postulares, reacciones a cambios de postura o equilibrio.
-Reflejos locomotores, caminar o nadar, se asemejan a movimientos voluntarios
La mayoría de los reflejos desaparecen entre los 6 meses y el año de vida
Preferencias innatas: objetos brillantes, contrastes, movimientos, colores, sonidos.  A través de los estímulos se va desarrollando el conocimiento.  A través de los sentidos y los movimientos mantiene la relación con el mundo.  Va desarrollando la intencionalidad de los actos y la coordinación de los esquemas mentales. Al realizar movimientos con las manos se establecen conexiones en el cerebro. La percepción de profundidad es innata o aprendida muy temprano, pero no implica un temor a las alturas. El sentido del peligro se desarrolla más tarde y está relacionado con la habilidad para moverse por sí solos. Los niños primero aprenden a copiar,después a improvisar y más tarde a crear.
Un niño empieza a vivir siendo capaz de aprender sobre el mundo sólo gracias a actividades básicas como succionar, agarrar, mirar y escuchar y, sin embargo, a los dos años ya es capaz de anticipar acontecimientos futuros, deducir las causas de los acontecimientos, experimentar con los objetos y simular. El desarrollo del lenguaje también es extraordinario para un niño pequeño, las principales formas de expresión son el llanto y las sonrisas. Sin embargo, a los dos años el niño promedio podrá conversar con sencillez, pero con efectividad, con los demás.
 Una larga maduración psicofísica en la que las relaciones afectivas con el entorno familiar y social definirán su capacidad de aprender, integrarse y cambiar el mundo que le rodea, es decir, su inteligencia.
El  aprendizaje que realiza el niño de esta edad (sobre todo el primer año de vida) prepara el “escenario” para los siguientes logros evolutivos. Hablarle y leerle le introduce en el lenguaje y la comunicación. Explorar los colores, los sonidos y las texturas de su mundo es su primer juego y la base de la curiosidad que le será de gran ayuda en la escuela
Desde el nacimiento hasta aproximadamente los dos años de edad, los lactantes aprenden de sí mismos y su mundo por medio de su actividad sensorial y motora en el desarrollo.
Gran parte del conocimiento en los bebés es mediante símbolos y el reconocimiento de imágenes.

PLANO SOCIO AFECTIVO
Esta dimensión hace referencia al proceso de incorporación del ser humano a la sociedad en la que vive, supone la formación de vínculos afectivos, del desarrollo de cogniciones y de la adopción de las normas y valores estándares, al igual que las conductas que la sociedad transmite a través de los agentes básicos de socialización. El primer contexto de relación y comunicación social lo establece el bebé con sus padres, así la personalidad del niño no depende únicamente de los padres, sino que es el resultado de las características de los padres y del temperamento del mismo niño.
Para que se de este desarrollo socio-afectivo en el niño es necesario contar con alguien que pueda cubrir primero que nada sus necesidades básicas, como la alimentación, el vestido, la protección contra enfermedades, etc
Las emociones como tristeza, felicidad y temor, son reacciones subjetivas a la experiencia que se asocian con cambios fisiológicos y conductuales. El patrón característico de reacciones emocionales de una persona se empieza a desarrollar durante la lactancia y es un elemento básico de la personalidad.
-       Primeras Señales de Emoción
  • Llanto: es la forma más poderosa y, en ocasiones, la única en que los lactantes pueden comunicar sus necesidades.              
  • Sonrisas y risas: para la tercera semana de vida, la mayoría de los lactantes comienzan a sonreír cuando están alertas prestando atención a la cabeza en movimiento y a la voz de su proveedor de cuidados.
  • Temperamento Se define como la manera característica, biológicamente determinada, en que la persona reacciona a personas y situaciones. El temperamento es el cómo de la conducta: no qué hace la persona, sino cómo lo hace.

En un principio el niño tiene necesidad de ser asistido no sólo para alimentarle sino también para cambiarle de posiciones, para transportarle, mecerle, limpiarle. Todo gira en torno al polo de las personas. Aproximadamente a los dos meses cuando es capaz de percibir el rostro humano y reconocer la voz de la madre (con diferentes modulaciones), el llanto que emite adquiere diferentes matices, por ello, es capaz de asociar el rostro humano con el alivio del displacer y es entonces que su propia voz emite vocalizaciones de placer.
La cercanía física, el ser tocado, el ser manipulado, el afecto que la madre o la sustituta le proporciona, la temperatura, las texturas y las vibraciones, entre otras, son medulares para el desarrollo socio-afectivo del niño.
Las emociones del recién nacido están arraigadas en las sensaciones corporales básicas. La felicidad es estar caliente, saciado y alerta, que le cojan en brazos y oír que le cantan una melodía tranquilizadora. La infelicidad tiene que ver, por el contrario, con tener hambre, estar cansado, tener frío, estar incómodo, sobresaltarse ante un ruido fuerte o estar solo y que nadie responda. Las emociones de un niño muy pequeño adquieren significado a partir de tales experiencias físicas y de las respuestas del padre o de la madre.
Todas las clases de interacción social (la alimentación, el cambio de pañal, los abrazos...), llevan al niño vincularse emocionalmente con los adultos que hay en su vida. A los tres meses de edad aproximadamente, el bebé distingue a los que son especiales del resto. Según transcurren las semanas, resulta más evidente a quién prefiere como compañía.




SEGUNDA INFANCIA
En ésta importante etapa de la vida se aumenta notablemente el vocabulario, distingue el niño perfectamente la parte y el todo, ya aparecen los movimientos de gráfica, expresiva y constructiva. El trabajo del niño en esta edad se manifiesta por el juego intenso el cual contribuye eficazmente para despertar el sentimiento de responsabilidad, del deber y de la iniciativa.

PLANO FISIOLÓGICO
Hasta los 4 o 5 años se mantiene la mielinización de las neuronas motoras, algo
importante para la transmisión de la información en el cerebro, los avances en su maduración se verán reflejados en el mayor control motriz. La mielinización del resto de las zonas implicadas en los procesos cognitivos, se mantendrá hasta la pubertad.
Los niños de entre 3 y 7 años van adquiriendo, poco a poco, una importante independencia. Hacia la mitad de este período son capaces de realizar por sí solos muchas de las acciones de la vida cotidiana: comer, desnudarse, ir al baño...y posteriormente, esta independencia se acentuará aún más con la maduración de funciones tales como la alimentación y la definitiva regulación de los esfínteres.
En esta etapa hay dos condiciones, una motriz y otra de maduración psicológica, que se complementan perfectamente. Se trata de la progresión de la motricidad fina, que le permite al niño/a manipular objetos con mayor destreza y precisión y, en segundo lugar, de ese deseo innato en todo ser humano que es la independencia.
A medida que el cuerpo de los niños entre 3  y 7 años va haciéndose más estilizado, más fuerte y menos pesado en la parte superior, y en cuanto su maduración cerebral les permite un mayor control y coordinación de las extremidades, pueden moverse a mayor velocidad y son capaces de centrarse y afinar más su actividad. El resultado es una gran mejoría en sus habilidades motoras.


2-3 años
·         Correr en contraposición con el andar rápido del segundo año.
·         Mantenerse durante un par de segundos sobre un solo pie
·         Tirar una pelota con la mano sin mover los pies del sitio
·         Utilizar la cuchara para comer
·         Garabatear
3-4 años
·         Subir escaleras sin apoyo, poniendo un solo pie en cada escalón
·         Andar unos pasos a la pata coja
·         Saltar entre 40 y 60 cm de longitud
·         Montar en triciclo
·         Usar las tijeras para recortar papel
·         Cepillarse los dientes
·         Ponerse una camiseta
·         Abrochar y desabrochar botones
·         Dibujar líneas y hacer dibujos con contornos
·         Copiar un círculo
4-5 años
·         Bajar escaleras con soltura y sin apoyo, poniendo un pie en cada escalón.
·         Correr a la pata coja
·         Saltar entre 60 y 80 cm de longitud
·         Mayor control para comenzar a correr, pararse y girar
·         Cortar una línea con tijeras
·         Doblar papel, colorear formas simples
·         Utilizar el tenedor para comer
·         Vestirse sin ayuda
·         Copiar un cuadrado
5-6 años
·         Caminar sobre una barrar de equilibrio
·         Buen control de la carrera: arrancar, pararse y girar
·         Saltar unos 30 cm de altura y cerca de 1 m en longitud
·         Lanzar y coger pelotas como los niños mayores
·         Aprender a montar en bicicleta y patinar
·         Marchar al ritmo de sonidos
·         Usar cuchillo, martillo, destornillador.
·         Escribir algunos números y letras
·         Copiar un triángulo y posteriormente un rombo.


PLANO INTELECTUAL
Se caracteriza por que el niño se encuentra inmerso en un mundo lleno de  objetos físicos con los que interactúa, de personas con las que también se relaciona y un mundo interior de representaciones.  
La formación de símbolos mentales es una característica importante de este período. Esta función simbólica supone no tomar al objeto por lo que es sino por lo que representa. El dibujo (dibujar una animal que no están viendo), la imitación (imitar con una silla que conduce un coche), el juego (hacer que come con un plato vacío) y el lenguaje son modos de expresión simbólica.
Con esta capacidad representativa, su pensamiento no se limita como en etapas anteriores al aquí y al ahora sino que puede dirigirse al pasado e imaginar el futuro.
En este bloque de edad, los niños y las niñas pueden llegar a hacer miles de preguntas
diarias. Estamos en un momento de gran interés investigador y no menor curiosidad. El
niño trata de organizar su mundo y necesita una explicación para todo. Para él/ella toda ha
sido hecho o puesto por alguien, los seres inanimados tienen sentimientos e intenciones y
no entiende que hay hechos debidos al azar.
La característica más importante del desarrollo intelectual durante estos años es el rápido crecimiento del pensamiento simbólico. Este Consiste en la capacidad para utilizar palabras, objetos e incluso, acciones como símbolos para pensar y comunicarse.
En este momento aparece el juego simbólico (una escoba se convierte en un caballo) y, por supuesto, se utilizan palabras, lo que supone ya actividades intelectuales socialmente compartidas. Los niño en edad suelen pensar de forma irreversible, es decir, no pueden aplicar la idea lógica 

Pensamiento simbólico
- Desarrolla la percepción de los objetos y la representación a través de los dibujos, el lenguaje y el juego simbólico; utiliza palabras para transmitir mensajes que expresen sus necesidades y pensamientos, y actuar de forma más ajustada sobre la realidad
- Puede simbolizar, almacenar, retener y reflexionar sobre el resultado de sus experiencias cotidianas para ordenar su entorno e influir en los demás
De 2 a 4 años
Pensamiento intuitivo
- Aparece el pensamiento prelógico, basado en apariencias perceptivas sin reversibilidad
- El/la niño/a es capaz de reconocer un objeto o situación por una serie de cualidades esenciales
- Su pensamiento es egocéntrico, centrado en la acción del momento
De 4 a 7 año


PLANO SOCIO AFECTIVO 
 A partir de los 3 años desde el núcleo familiar se potencian las relaciones extra familiares, los niños comienzan a relacionarse con sus iguales.  Empiezan a desarrollar vínculos preferentemente con niños de su mismo sexo, y dentro de esta preferencia, por niños que además sean temperamentalmente como ellos y prefieran actividades o juegos similares.
Desde la familia es importante promover tales relaciones sociales y encuentros con los demás. La calidad del apego con sus progenitores será clave a la hora de establecer relaciones con sus iguales. Si el niño ha tenido un apego seguro con su madre  y ésta le ha facilitado un entorno seguro en el que desarrollarse, tenderá también a explorar el entorno social de una forma más competente y segura con muestras de una mayor reciprocidad, comprensión y empatía.
El estilo de educación de los padres democrático caracterizado por un número mayor de razonamiento y explicaciones con respecto a las normas son los que muestran un desarrollo moral más amplio, conductas altruistas hacia los demás, menor agresividad y por consiguiente una mayor autoestima.
El medio a través del cual el niño empieza a participar de lo social es el juego, con frecuencia esta interacción comienza observando el niño cómo juegan los demás, luego se va aproximando al grupo hasta que finalmente interacciona con ellos participando del juego. Jugar es imprescindible para un niño, es el espacio donde aprende las propiedades de los objetos al relacionarse con ellos, estimula su creatividad, se afirma su seguridad sobre el entorno. Aprende a controlar sentimientos e impulsos, consolida sentimientos de filiación social y cooperación, imitan roles de los adultos experimentando el mundo adulto sin exponerse a las consecuencias físicas (por ejemplo jugando a ser enfermera y poner inyecciones), sociales (jugando  a ser una mamá) y  emocionales (jugando a caerse, hacerse daño, llorar y  recuperarse).
Es importante haber enseñado al niño habilidades básicas como sonreír, saludar, atender, escuchar, dar las gracias, presentarse, etc con método como la instrucción, la imitación, fomento de la práctica de dichas conductas y refuerzo.
En esta etapa de 3 a 7 años el niño debe aprender:
·         El refuerzo social (hacer y recibir cumplidos)
·         Habilidades de conversación (enseñarles a iniciar y mantener conversaciones, escuchar, esperar a que haya una pausa, hacer preguntas, respetar turnos, iniciar y terminar una conversación)
·         Habilidades relacionadas con los sentimientos como  comprender sentimientos de los demás (ponerse en el lugar del otro)
·         Conocer y expresar los propios sentimientos
·         Expresar emociones de agrado alegría, enfado, resolver el miedo, aprender a canalizar emociones como el enfado.
·         Habilidades de autoafirmación (habilidades asertivas y no pasivas o agresivas)
·         Defender los propios derechos (aprender a pedir un juguete y saber reclamar a otros lo propio)
·         Oponerse (saber decir no), defender opiniones, expresar quejas.
·         Saber preguntar por qué (sobre lo que no conoce, pedir favores, pedir una reflexión al otro).
·         Habilidades de relación en el juego (cooperar, ayudar, compartir, pedir la participación en el juego)
Este es un momento en el que los niños entran en redes de compañeros (en la guardería, en su zona de vivienda, etc.) y también tienen más posibilidades de conocer a más adultos. Sin embargo, a pesar de esta ampliación de su mundo social, el crecimiento psicosocial de la mayoría de los niño en edad preescolar sigue básicamente dirigido por las relaciones más próximas que mantienen con sus padres y madres, hermanos/as y, en un plano secundario, con los/las compañeros/as.
La socialización temprana con iguales, los primeros amigos, son fundamentales e insustituibles para un buen desarrollo y adaptación posteriores. Eso no quiere decir que el niño tenga que estar siempre rodeado de otros niños ya que también debe saber jugar solo. Además, no todos los niños y niñas se socializan al mismo ritmo, y ellos son quienes deben elegir sus amigos, no debiendo ser forzados a ello.
Durante los años de juego, en la edad preescolar, los juegos no sólo sirven como medio de interacción social sino también como vía de desarrollo de la motricidad, del crecimiento intelectual y del descubrimiento de sí mismo


TERCERA INFANCIA
Es la etapa de la edad afectiva y al mismo tiempo como consecuencia de esa paz, la edad de la adquisición del capital inapreciable de los conocimientos escolares. Comienza  evolucionar  moralmente y aparecen los primeros brotes de filosofía infantil, comienza a establecerse el  contacto social marcado  

PLANO FISIOLÓGICO
-El crecimiento se desacelera de manera considerable. Si tiene problemas de crecimiento, se le ofrece tratamiento de hormona.
-Desarrollo de los dientes y cuidados dentales: brotan la mayoría de los   adultos, aproximadamente 4 dientes por año. Empiezan a caerse los dientes de leche.
-Desarrollo cerebral: Aumento en la materia blanca (mielinización) en los axones de las dentritas, las cuales transmiten información.
- Entre los 6-13 años ocurre un marcado crecimiento en las conexiones que manejan funciones sensoriales, de lenguaje y de comprensión espacial
-Necesidades nutricionales: Necesitan ingerir 2,400 calorías diarias. Recomiendan una dieta variada que incluya cantidades abundantes de: Granos, Frutas, Verduras, Carbohidratos  complejos (papas,pastas,pan y cereales)
Crecimiento:En promedio los niños crecen aproximadamente de 3-8 cm y aumentan entre 2 y 3 kilos, ambos cada año. Más tarde en esta etapa las niñas predominan en altura y peso más que los niños, así continúan siéndolo hasta los 12 o 13 años

 PLANO INTELECTUAL
Si hasta ahora el elemento que definía el desarrollo intelectual del niño era el pensamiento simbólico, en esta etapa lo es la concreción, la capacidad de organizar el entorno. Las operaciones matemáticas (suma, resta, multiplicación y división) se inician en este período, y el niño adquiere, al final, los conceptos de seriación y medida (cantidad, longitud, peso, superficie y volumen). Es decir, el niño asimila las propiedades de los objetos según su forma y distribución en el espacio físico que él conoce por sus sentidos y experiencia.
En este momento, también es capaz de clasificar los objetos según sus similitudes y diferencias. Sin embargo, su aprendizaje se basa en la experiencia, a través de la cual puede llegar a nociones que, después, aplique a otras situaciones en abstracto mediante la hipótesis y la deducción.
Esta etapa del desarrollo evolutivo de los niños es un punto de cambio decisivo, puesto que hasta este momento los niños son capaces del pensamiento lógico, aunque solo puedan  aplicar la lógica a los objetos concretos, sin embargo en esta etapa, su pensamiento  se va volviendo más flexible. Esta flexibilidad de pensamiento les permitirá manipular sus  representaciones mentales con la misma facilidad que manipulan los objetos.
En  estas edades los niños van adquiriendo mayores destrezas, con mayor rapidez y mayor eficiencia, permitiendo estos avances manejar información completa que unos años atrás tan sólo les habría confundido. Su competencia en distintas áreas cada vez es mayor, como se puede observar de aspectos como la memoria, la atención, el resolver problemas o la metacognición es decir el conocimiento que los niños pueden tener sobre la propia cognición/pensamiento y el control sobre ella

PLANO SOCIO AFECTIVO
Los niños tienen ahora la capacidad cognoscitiva para formar sistemas de representación:auto conceptos amplios e incluyentes que integran diferentes aspectos del yo. Tales como: Autoestima: un determinante importante de la autoestima es la visión que tienen los niños de su capacidad de su trabajo productivo. Una contribución importante a la autoestima es el apoyo social, primero por de los padres, luego de los amigos  y maestros.
- Crecimiento emocional: En la niñez intermedia los niños se vuelven más empáticos e inclinados a una conducta pro social, es decir, se tornan más conscientes  de sus propios sentimientos y pueden responder al malestar emocional de los otros.
- Atmosfera familiar:A medida que cambia la vida de los niños, también cambian los       problemas entre ellos y sus padres y las formas de resolverlos.

Esta  es la etapa de transición a la corregulación, en la cual los padres y el niño comparten el poder: los padres supervisan pero los niños ejercen auto regulación en cada momento. La forma en que padres e hijos resuelven los conflictos puede ser más importante que los resultados específicos.
Además empiezan a matizar algunos aspectos sobre sus relaciones con amigos y familiares. Por ejemplo, los amigos son ahora sus amigos no porque juegan juntos sino porque comparten sentimientos y hay confianza. Además las relaciones que mantienen se basan en el consenso mutuo y ya no son impuestas.
A partir de este momento, por lo tanto, el niño busca la integración en un grupo de amigos. En muchas ocasiones prefiere salir con sus compañeros a quedarse en casa con su familia. Siente deseos de hacer nuevas amistades y le gusta realizar actividades sociales con niños/as de su edad. El avance que se logra en el desarrollo del razonamiento moral es debido al aumento de la capacidad para adoptar otras perspectivas, a una mejor comprensión de las normas que establece la sociedad, etc. Existe en este periodo una autonomía moral según la cual, al contrario de lo que ocurría en el periodo anterior, las reglas son efectivas si las personas están de acuerdo en aceptarlas
Desarrollo moral:
Nivel 1: Premoral.
Estadio 1: orientación al castigo y obediencia, las normas se acatan por obediencia y miedo al castigo.
Estadio 2: hedonismo ingenuo, la acción justa es la que satisface las necesidades de uno.


Referencias bibliográficas