I. El
paradigma de “La escuela nueva”
La “Escuela Nueva” fue un movimiento
pedagógico iniciado a finales del siglo XIX. La escuela nueva, llamada también
escuela activa, surge como una reacción a la escuela tradicional y a las
relaciones sociales que imperaban en la época de ésta. Se constituye en una
verdadera corriente pedagógica, en una propuesta educativa de nuevo perfil.
Según el movimiento de la Escuela Nueva
era importante denunciar y modificar los vicios de la educación
tradicional: pasividad, intelectualismo, magistrocentrismo, superficialidad,
enciclopedismo, verbalismo con el propósito de definir un nuevo rol a los
diferentes participantes del proceso educativo. Así pues, tenemos que la noción
de niño en este modelo debe estar basado en planteamientos del desarrollo, y el
acto educativo debe tratar a cada uno según sus aptitudes.
Es más importante la forma de conducirse
del maestro que la palabra. El maestro será pues un auxiliar del libre y
espontáneo desarrollo del niño.
Entre los representantes más destacados
de esta nueva corriente pedagógica se encuentran: Rousseau, Pestalozzi,
Tolstoi, Dewey, Montessori, Ferrieri, Cousinet, Freinet, Piaget. Claparede y
Decroly (Palacios, 1999).
II. El
paradigma de “La pedagogía liberadora”
Respecto a la pedagogía liberadora el
pedagogo Paulo Reglus Neves Freire, conocido como Paulo Freire marco un avance
cualitativo en las ciencias de la educación al proponer una nueva mirada sobre
cómo trabaja la cultura dominante para legitimar ciertas relaciones sociales.
La propuesta liberadora dialéctica de la cultura, según la cuál, ésta no solo
contiene una forma de dominación, sino además las bases para que los oprimidos
puedan interpretar la realidad y transformarla según sus propios intereses. Los fundamentos de su propuesta pedagógica se
basan en que el proceso educativo ha de estar centrado en el entorno de los
alumnos.
Su principal obra: Pedagogía del oprimido
(1999), que orientan y clarifican el análisis de la corriente pedagógica
liberadora de Freire que, sin duda, se constituye como entre los últimos
pedagogos que han analizado la problemática educativa desde un punto de vista
integral. Estos conceptos son:
a.
Deshumanización:
Freire señala la “deshumanización” como consecuencia de la opresión. Esta,
afecta no solamente a los oprimidos sino también a aquellos que oprimen.
b.
Educación
Bancaria: En la educación bancaria la contradicción es mantenida y estimulada
ya que no existe liberación superadora posible. El educando, sólo un objeto en
el proceso, padece pasivamente la acción de su educador, el saber es como un
depósito.
c.
Educación
Problematizadora: La propuesta de Freire niega el sistema unidireccional
propuesto por la “Educación bancaria” ya que da existencia a una comunicación
de ida y vuelta constituyéndose un diálogo liberador.
d.
La
dialogicidad: El diálogo es este encuentro de los hombres, mediatizados por el
mundo, para pronunciarlo no agotándose, por lo tanto, en la mera relación
yo-tú, es la esencia de la educación como práctica de libertad.
III. El
paradigma del “Enfoque cognitivo”
El cognitivismo intentó oponerse al
conductismo, más que revivir las ideas funcionalistas.Las reglas de
reforzamiento fueron puestas dentro de la mente del individuo y se les
llamó reglas de representación simbólica de un problema. El comportamiento
visible del organismo en sus procesos de aprendizaje fue reemplazados por
procesos internos de pensamiento llamados en forma genérica resolución de
un problema.
El cognitivismo
reclamaba también su estatus científico y su aspecto experimental,
se extendió hacia el estudio de problemas que no podían ser observados
visual o externamente como depósito de información en la memoria,
representación del conocimiento, metacognición y otros.
El desarrollo de la tecnología creó otro
pilar de apoyo a las nuevas teorías cognitivas. La computadora creó un
asombroso modelo de funcionamiento mental que eventualmente habría de ser
rechazado en las teorías sociohistóricas
Los inicios del cognitivismo como
corriente pedagógica contemporánea pueden situarse en los trabajos de Jean
Piaget (En Ginsburg, 1977) quién propuso una teoría racionalista frente a las
tesis empiristas de la tabula rasa. .
Las implicaciones educativas del
cognitivismo son impactantes, particularmente en cuanto a sus aplicaciones
inmediatas en el aula escolar, en la solución de problemas, en los procesos de
metacognición, en el pensamiento creativo, en cuanto a los estilos y
dimensiones de aprendizaje, en los diseños instruccionales, en el planteamiento
de “escuelas inteligentes”, en la aparición de los nuevos enfoques para enseñar
a pensar y el en el desarrollo de habilidades de pensamiento entre otros muchos
aportes, lo cual deja claro que la corriente cognitiva está lejos de ser un
cuerpo de conocimientos terminado y completo.
IV. El
paradigma del “Enfoque constructivista”:
Esta corriente pedagógica contemporánea
denominada "constructivismo", es ofrecida como "un nuevo
paradigma educativo”. La idea subyacente de manera muy sintética, es que,
ahora, el estudiante no es visto como un ente pasivo sino, al contrario, como
un ente activo, responsable de su propio aprendizaje, el cual él debe construir
por si mismo.
De acuerdo a las ideas constructivistas
en educación todo aprendizaje debe empezar en ideas a priori. No
importa cuán equivocadas o cuán correctas estas intuiciones de los alumnos
sean. Las ideas a priori son el material que el maestro necesita
para crear más conocimiento.
El constructivismo es primeramente una
epistemología, es decir una teoría de cómo los humanos aprenden a resolver los
problemas y dilemas que su medio ambiente les presenta, es una teoría que
intenta explicar cual es la naturaleza del conocimiento humano, o por decirlo
mas crudamente es simplemente una teoría de cómo ponemos conocimiento en
nuestras cabezas
En el corazón de la teoría
constructivista yace la idea de que el individuo “construye” su
conocimiento. ¿Con qué lo construye? Pues con lo que tenga a su
disposición en términos de creencias y conocimiento formal.
El constructivismo, en un plano más
humilde, vino al mundo para hacernos ver que nuestro conocimiento
es construido imperfectamente desde bloques que solo pueden catalogarse
como reflejos o creencias.
El constructivismo como corriente
pedagógica es revolucionaria por que le roba el aura de misterio que rodeaba a
todo maestro como '”bastión de la verdad”, “mensajero de la idea” o '”veneros
de verdad”. El maestro tiene que humildemente tomar su lugar de sargento
en la batalla del conocimiento y dejar vacío el lugar del general.
Para el alumno el constructivismo viene a
corroborar lo que prácticamente ha conocido desde siempre pero no era algo
fácil de revelar o hacer explicito en un ámbito donde la autoridad del maestro
era indiscutible.Este concepto ha ocupado las mentes pedagógicas más brillantes
del planeta como Bruner, Freire, Piaget y Vygotsky, las cuales fervientes y
metódicas se adhieren con determinación al concepto.
V. El
paradigma de “La teoría sociohistórica”
Ninguno de nosotros somos islas
autosuficientes en el océano social. Dependemos de aquel “otro generalizado”
para nuestro desarrollo físico, mental y espiritual. El conocimiento y el
aprendizaje no están localizados en los recovecos neurales de la corteza
cerebral sino en los encuentros sociales que incansablemente enriquecen,
atemorizan, oprimen y liberan nuestra existencia.
Se ha atacado a la teoría socio-histórica
de Vygotsky como un “conductismo social” en el cual la mente y
autodeterminación del individuo sí bien existen, son insignificantes frente al
monstruo que es la sociedad. Los estímulos que vienen de la sociedad, las
respuestas y hábitos generados en el individuo son predecibles con una
asombrosa precisión estadística. La ciencia de la publicidad y la propaganda se
encargan de dar una ilustración perfecta de este supuesto “conductismo social.
El cognitivismo descrito con
anterioridad, aun con todas sus virtudes y descubrimientos en la estructura de
la mente, la memoria, la representación mental y la psicolingüística siempre
padeció de una gran limitación. Todos sus resultados fueron obtenidos
observando a los sujetos en situaciones ideales de laboratorio. Cuando toda
esta revolución cognitiva estaba sucediendo, educadores, sociólogos y
antropólogos se preocupaban con problemas de aprendizaje en el mundo real de
las fábricas, las oficinas y las escuelas de Norteamérica. Observaban que, por
ejemplo, los niños hispanos en los Estados Unidos se comportaban
inteligentemente en un ambiente hispano pero parecían casi retrasados mentales
en el ámbito escolar típicamente anglo de norteamérica. Los niños negros consistentemente
obtenían puntajes bajos en exámenes de inteligencia, hasta que un psicólogo
negro elaboró un examen de inteligencia culturalmente sesgado con expresiones
particulares de la cultura negra, y demostró que en estos exámenes la población
anglo-sajona era la que consistentemente obtenía puntajes bajos
Respecto a la corriente pedagógica
sociocultural es importante establecer que la preocupación social de Vygotsky
tiene sus orígenes en el pensamiento de Marx quien vigorosamente defendió la
idea de que la ideología de una sociedad está moldeada en las actividades
sociales (en particular sociales y productivas) en que el individuo participa,
no dentro de su cerebro exclusivamente.
En el aprendizaje, los procesos
interpersonales son transformados en procesos intrapersonales. Todas las
funciones en el desarrollo cultural del niño aparecen dos veces: primero en el
ámbito social y luego en el ámbito individual; primero entre las personas
(interpsicológicamente) y luego dentro del niño (intrapsicológicamente). Esto
aplica igualmente al control voluntario de la atención, la memoria lógica y la
formación de conceptos. Todas las funciones de alto nivel se originan en relaciones
reales entre humanos
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